06 febrero 2008

SAN MIERCOLES DE CENIZA

La imposición de las cenizas
nos recuerda que nuestra vida
en la tierra es pasajera
y que nuestra vida
definitiva se encuentra
en el Cielo.

La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
(Como me decian en la facultad , sino lo sabes ya en una noche no lo vas a saber, pues esto es igual, sino has convertido ya tu corazon de pronto no lo vas a hacer, hipocresia, con to el respeto)

ORIGEN DE LA COSTUMBRE

Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.

SEÑOR CARNAL Y SEÑORA CUARESMA

La palabra Carnaval significa adiós a la carne y su origen se remonta a los tiempos antiguos en los que por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar, antes de que empezara la Cuaresma, con todos los productos que no se podían consumir durante ese período.

Para mi no es más que el día que sé
que me queda cuarenta días para tener vacaciones.
Para ver a los capillitas por mi pueblo enfervorizados.
Para no poder andar. Para pelearme normalmente
por cruzar una calle, señores!!!
si ustedes cortan toda una ciudad
pq les gusta hacer estas cosas,
lo respeto, pero respeten a los que no nos gusta
y lo aguantamos, y queremos cruzar a la acera de enfrente.
Y después se quejan de los botellones.
Para no poder coger el coche.
Quedan cuarenta y seis días para ir
en el coche como si fueras a tener
un accidente por culpa de las velas
y la cera que caen de los penitentes
y las procesiones. Tenemos cuarenta días
para pensar donde ir en semana santa,
dónde no la haya claro.





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